Seguro que oíste hablar del tema de la “Imagen Corporativa” en las redes sociales y te preguntaste
¿De qué estás hablando Willys?. Ok, dejame explicártelo en términos que hasta la nonna podría entender.
La imagen corporativa es como la personalidad de una empresa, pero en versión “wow”. Es lo que hace
que una empresa se vea con onda y sepa lo que se trae entre manos. Pensá en esto como en la apariencia
de una persona: ¿preferirías conocer a alguien que viste bien y tiene buen estilo o a alguien que parece
que ha sido arrastrado por un huracán de la moda? Exacto, lo mismo se aplica a las empresas.
La imagen corporativa abarca un montón de cosas, como el logo, los colores de marca,
las fuentes de letra, el papel de cartas, la publicidad y el marketing, y toda esa historieta.
Todo esto trabaja junto para que la empresa tenga una apariencia unificada y vistosa.
La razón por la que la imagen corporativa es tan importante es porque es como el Tinder empresarial.
Es la primera impresión que los clientes tienen de tu empresa, así que es crucial que les hagas ojitos
y los dejes con la boca abierta desde el primer momento.
Una buena imagen corporativa te permite mostrar tu personalidad y valores a tus clientes.
Es como decirles “Ey, somos de confianza, somos profesionales y somos grosos”. Y eso, mi amig@,
puede ayudarte a conseguir más ventas y a ganarte una reputación de primera.
Pero ojo, también necesitás destacar entre la multitud. En un mundo lleno de empresas similares,
tener una imagen corporativa copada y reconocible es como llevar una camiseta de unicornios
en una fiesta aburrida. Te hace destacar y te gana el corazón de tus clientes.
Ah, y no te creas que la imagen corporativa se limita solo a lo herrrrmosooo que se ve tu logo.
También tiene que ver con toda la experiencia que le ofrecés a tus clientes. Desde cómo los tratás
cuando te llaman hasta cómo se sienten navegando por tu sitio web. Todo eso cuenta para
que la gente piense “Wow, esta empresa sí que sabe lo que hace”.
Ah, una última cosa importante: la imagen corporativa no es algo que se queda estático como
una estatua de sal. ¡No, señor! Tiene que adaptarse a los cambios del mercado y a las necesidades
de tus clientes. Siempre debés estar al tanto de las últimas tendencias y de lo que la gente quiere,
para mantener tu imagen fresca y actualizada.
En resumen, la imagen corporativa es como el traje elegante de tu empresa, pero con superpoderes.
Te ayuda a ganarte la confianza de tus clientes, a destacar entre la competencia y a mantener
una reputación de primera. Así que, asegurate de prestarle atención a todos los detalles
de tu imagen corporativa y mantenete al día con las tendencias del mercado.
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